El Miserere de
Allegri, la obra que convirtió a Mozart en un ladrón
Como es sabido, Wolfgang Amadeus Mozart pasó su adolescencia
viajando por toda Europa junto a su padre, llevando a cabo el equivalente a una
moderna gira de conciertos. Con doce años, de camino a Nápoles, los Mozart se
detuvieron en Roma coincidiendo con la Semana Santa. Era costumbre en la época
interpretar el Miserere de Gregorio Allegri en la Capilla
Sixtina, en presencia del Papa, durante el Oficio de Tinieblas el Miércoles
Santo y el Viernes Santo. Tal interpretación se hacía a la luz de trece velas
que representaban a Jesús y los doce apóstoles y que se iban apagando una a una
hasta acabar en completa oscuridad. Era tal el efecto que se conseguía con la
unión de la música y la liturgia que el Papa Urbano VIII, quien había encargado
la obra a Allegri, prohibió su transcripción y su ejecución fuera del Vaticano
bajo pena de excomunión. La iglesia, como vemos, siempre ha sido muy dada a
preservar sus misterios.
Retomemos el hilo de la historia. Mozart y su padre asisitieron la
madrugada del Miércoles Santo de 1769 a la interpretación del Miserere de
Allegri en la Capilla Sixtina, atraídos por la inacesibilidad y la consiguiente
fama de una música de la que todos hablaban pero que muy pocos habían
escuchado. Al acabar el oficio regresaron a su alojamiento y el jóven genio
transcribió de memoria los doce minutos de música polifónica al papel pautado,
violando así la prohibición papal. Ojo al dato, que diría Supergarcía: doce
minutos de música polifónica transcritos de memoria tras una única escucha.
Para asegurarse de que la transcripción era absolutamente fiel al original,
padre e hijo volvieron a la Capilla Sixtina el siguiente Viernes Santo con la
copia escondida en el sombrero de Wolfgang y realizaron unas cuantas
correcciones menores.
¿Es esta historia real o es una leyenda? Pues todo indica que es real, a
juzgar por la carta, que aún se conserva, enviada por el padre de Mozart a su
mujer desde Roma en aquellas fechas:
[...] ¡Tenemos el Miserere! Wolfgang lo ha transcrito y te lo enviaríamos a
Salzburgo junto a esta carta si no fuera necesario que estuviéramos nosotros
allí para interpretarlo. Porque la manera de cantarlo contribuye, en mayor
medida aún que la propia composición, al efecto que produce en el auditorio
[...].
Los Mozart continuaron con sus viajes por Europa y en uno de ellos se
cruzaron con el historiador británico Dr. Charles Burney, a quien dieron una
copia de la partitura para que la publicara en Londres. La reacción del Papa
Clemente XIV cuando se enteró del robo efectuado por el niño prodigio no fue la
excomunión, como hubiese sido de esperar, sino llamarle a Roma para alabar su
maestría musical y concederle la orden de la Espuela de Oro. El Papa Clemente
hizo honor a su nombre. Me gustaría saber qué habría pasado de haber existido
la SGAE por aquel entonces, seguro que la historia habría acabado con Mozart
excomulgado y pudriéndose en una celda del Vaticano.
Supongo que si habéis llegado hasta aquí estaréis deseando escuchar el Miserere
de Allegri. Pues bien, aquí tenéis esta obra que fue secreta hasta que
Mozart se encargó de que dejara de serlo, interpretada por el coro del New
College de Oxford.
AUDICIÓN DEL MISERERE DE ALLEGRI
Ala a ver si alguien tiene narices a escribir las 12 primeras notas, con su letra para cada voz sólo habiéndolo escuchado una vez...
PUES SON ¡12 MINUTOS!!
Tiene gracia, si la SGAE pillara a Mozart...
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